Un cielo mucho mas claro

Finalmente concluyó el juicio con una sentencia favorable. Prisión perpetua para los genocidas Guevara, Ruiz Soppe y Labarta y ocho años para Egea Bernal. Todos a cárcel común.


"Los pueblos pueden vivir con hambre, pero no pueden subsistir sin justicia", dijo el Dr. Jorge Burad finalizado el juicio

Luego de más de 4 meses, más de 100 testigos y 50 jornadas de debate, entre lágrimas y euforia pasó el primer juicio oral por delitos de lesa humanidad en Mendoza, una de las pocas provincias del país que hasta ayer, no tenía condenados por ese tipo de crímenes.

Si bien el paradero de los cuerpos de Francisco Tripiana, Roberto Osorio, Pascual Sandoval y José Berón sigue siendo un misterio, con la condena de los cuatro imputados sus familiares y las agrupaciones de derechos humanos que participaron activamente de este juicio consiguieron el otro de los objetivos planteados: “justicia”.

Ayer finalizó este proceso jurídico con una sentencia que dejó lágrimas de un lado y rostros felices del otro. El aula magna de la FCAI se llenó concurrentes de las dos partes, sobre todo de miembros de agrupaciones de derechos humanos, del Partido Comunista y del Partido Justicialista. Autoridades del Ejecutivo y el Legislativo Municipal acompañaron esta última jornada de debate, la número 50.

Imágenes de los desaparecidos, en alto, al momento en que hicieron ingreso a la sala de la FaCAI los cuatro imputados.

El Tribunal Federal Oral Nº2 en la voz de su Presidente, Dr. Jorge Burad pronunció el fallo, condenando al ex comisario Raúl Alberto Ruiz Soppe a la pena de prisión perpetua e inhabilitación perpetua e inhabilitación perpetua por encontrarlo como autor mediato penalmente responsable de los delitos de privación ilegitima de la libertad agravada por el uso de violencia y amenazas, en concurso ideal con el delito de tormentos agravada por la condición de perseguidos políticos de las víctimas, en concurso real con el delito de homicidio calificado por alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas, todo lo anterior en concurso real y en relación a las desapariciones forzadas de Tripiana, Osorio y Sandoval, todo a su vez en concurso real con el delito de falsedad material de documento público.

El Teniente Coronel (RE) Aníbal Guevara fue condenado a la pena de prisión perpetua por encontrarlo coautor penalmente responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad respecto de Tripiana, Osorio y Sandoval con la agravante, y en relación a José Berón en concurso ideal, artículo 54 del Código Penal, con el delito de imposición de tormentos agravada por la condición de perseguidos políticos de las víctimas, en concurso real con el delito de homicidio calificado por alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas, por cuatro hechos en concurso real el relación a la desaparición de Sandoval, Osorio, Tripiana y Berón.

El Tribunal condenó también a Juan Labarta a la pena de prisión perpetua por encontrarlo coautor penalmente responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad respecto de Tripiana, Osorio y Sandoval con la agravante, y en relación a José Berón en concurso ideal, artículo 54 del Código Penal, con el delito de imposición de tormentos agravada por la condición de perseguidos políticos de las víctimas, en concurso real con el delito de homicidio calificado por alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas, por cuatro hechos en concurso real el relación a la desaparición de Sandoval, Osorio, Tripiana y Berón.

Al abogado Raúl Egea Bernal el Tribunal lo condenó a la pena de 8 años de prisión e inhabilitación absoluta por el tiempo de la condena e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por el mismo tiempo de la condena por encontrarlo coautor penalmente responsable de los delitos de falsedad material de instrumento público, por un hecho en relación a Francisco Tripiana y con el delitos de falsedad ideológica en cuatro hechos: Tripiana, Osorio, Sandoval y Berón en concurso real calificándolos como delitos de lesa humanidad. Egea era el único de los imputados que estaba en libertad, pero la misma fue revocada y se ordenó su inmediata detención.

Los condenados, tras escuchar la sentencia del Tribunal.

Se dispuso que los condenados cumplan la pena privativa de la libertad en cárceles comunes, rechazando las solicitudes de prisión domiciliaria formulada por la defensa de Ruiz Soppe. Serán alojados en la penitenciaría provincial en Mendoza sin perjuicio de lo que en definitiva resuelva el Juez de ejecución penal.

Se extrajo testimonio de las actas de debate oral y copia certificada de esa causa tal como fuera solicitado al concretar la acusación tanto por los querellantes como por los fiscales federales, poniendo todo ello en conocimiento de la Fiscalía Federal a los efectos de que ejerzan según su criterio las acciones públicas que estime corresponder en relación a: Pierino David Massaccesi, Pedro Carrió López, Oscar Pérez, Tomás Roca García, Orlando Gutiérrez, Braulio Navarro Chirino, Hugo Trentini, Miguel Ruiz Sabés, Daniel Huajardo, José Miguel Ruiz Pozo y Franco Revérberi. Además para que revise los lugares señalados por varios testigos como presuntos enterratorios de los cuerpos de desaparecidos.

La sentencia está firmada por los tres jueces, Doctores Roberto Nacif, Héctor Cortez y Roberto Jorge Burad. El 15 de diciembre se hará lectura de los fundamentos.


El Presidente del Tribunal finalizó pidiendo que el respeto que han reclamado tanto los familiares de las víctimas sea devuelto con dignidad a los que hoy han sido condenados. El público pasó varios minutos aplaudiendo, a alguno también insultó a los condenados. Luego cantaron a capella el Himno Nacional Argentino, mientras los familiares de los imputados se retiraron de la sala.

Ya afuera del aula magna, distintos medios de comunicación de San Rafael, Mendoza y Buenos Aires se acercaron a algunos de los “protagonista de esta historia”. El querellante Dr. Diego Lavado dijo entre otras cosas “son esos hitos en la vida profesional de una persona que no son fácil repetirlos ni valorarlos. Lo empezaremos a apreciar a partir de mañana”. Lavado será también querellante en otro juicio similar.

El hijo del desaparecido Francisco Tripiana, Mariano, muy emocionado dijo estar conforme con la sentencia y con la Justicia. “Para mí y para mi familia fue muy importante tener justicia en memoria de mi viejo que esté donde esté su cuerpo hacemos esta lucha por él y por todos los compañeros desaparecidos”. Agradeció a San Rafael por el acompañamiento. “Esto es una victoria de la lucha de los organismos de derechos humanos”. Aseguró que su familia fue su sostén en este proceso.

El Fiscal Dr. Dante Vega habló de este juicio histórico asegurando que “se demostró que en San Rafael hubo un plan criminal al igual que en todo el país”. Conforme con la sentencia, manifestó que si bien el Tribunal no consideró la figura de “asociación ilícita”, está bien que se haya considerado una vez más, como en otros lugares del país, a la desaparición forzada como homicidio agravado. “Quedó demostrado que hubo un circuito del terror en esta ciudad”.

El Director de Cultura de San Rafael, Dr. Guillermo Romano se mostró feliz por la condena. “Si ellos hubiesen actuado con justicia probablemente hoy ya tendríamos hasta olvidada toda esta etapa infame”. Agradeció al Gobierno Nacional por la posibilidad de estos juicios. “Estos compañeros que fueron matados no querían entregar la vida, amaban la vida y nadie quería entregarla. Queríamos un mundo más feliz, igualitario y donde todos tuvieran más posibilidades”, dijo y finalizó “a pesar del dolor también es un momento de alegría”.

El Presidente del Tribunal, Dr. Roberto Jorge Burad se mostró conforme con el desarrollo del debate. Dijo que “la generación de 1983 en adelante es la única en toda la historia argentina que vivió en democracia, sistema que tiene defectos, pero hay que erradicar las falencias, nunca la democracia, porque es lo que nos ha permitido este juicio después de 34 años”. Agrego que “ha sido un juicio donde el respeto mutuo de las partes se pudo desarrollar bien. Lo importante no es tanto la sentencia en sí misma, sino que estamos viviendo en Estado de Derecho, muy por el contrario que en la dictadura. Hay que preservarlo porque en él hay garantías. Los pueblos pueden vivir con hambre, pero no pueden subsistir sin justicia. Cuando hay justicia hay dignidad y hay derechos que defender”. Explicó que “los jueces no son más que el pálido reflejo de una lucha inmensa que hicieron los organismos de derechos humanos para lograr que se estableciera la cordialidad y el respeto mutuo para averiguar la verdad”.

Innumerables banderas que día a día colgaron los familiares y compañeros de las víctimas decían “las heridas de los pueblos se curan con justicia”. Quizás desde ayer, el pueblo sanrafaelino curó una herida, una menos entre las tantas que quedan por curar.