Jornada 7/9

Por su actuación en la dictadura, citan a declarar a Chafí Félix





El ex intendente democrático y de facto en las décadas del '70 y del '80 de San Rafael, Chafí Félix fue ayer directamente incriminado de connivencia con el gobierno militar del '76 por una testigo y el Tribunal decidió ordenar su citación para la próxima semana.

El padre del actual jefe comunal, Emir Félix, y del diputado nacional y ex intendente de este sureño departamento Omar Félix (PJ) ya prácticamente había sido descartado como testigo debido a que la mención que se hizo al promediar el juicio que por delitos de lesa humanidad se sigue en San Rafael, no correspondía a la fecha en que él ejerció la jefatura comunal en el año 1982 como intendente del gobierno militar.

Sin embargo, ayer María Esther Dauverné, hermana del director del hospital Schestakow Armando Dauverné, que también testificó semanas atrás, lo ubicó en una conversación con el mayor Suárez (a) "El Colorado", comandante de la subzona 3315 de operaciones del Ejército tras el golpe del '76.

Según la mujer, Chafí Félix y dos sindicalistas de apellidos Strogen (Alimentación) y Chávez (Construcción) conversaban animadamente cuando ella esperaba ser dejada en libertad en el edificio comunal, donde Suárez -para ese entonces- había establecido su comando.

Dijo haber identificado la voz de Félix, porque siempre hablaba en los actos y en las entrevistas periodísticas, ofreciendo sus servicios incondicionales a Suárez.

"Estamos a su disposición para darle nombres o cuerpos", habría dicho el ex jefe comunal al militar antes de pasar caminando frente a ella.

La testigo también dijo que poco antes escuchó cómo organizaban una comida criolla, donde los sindicalistas y Félix aseguraban una "chaya" con choiques y piches al militar.
Revuelo político
Cabe destacar que las declaraciones de esta testigo causaron un gran revuelo porque, nuevamente, puso en el tapete la figura del padre del intendente actual y del diputado nacional, Emir y Omar, respectivamente.

Este testimonio daría por tierra con las versiones que circularon cuando se lo nombró al veterano político como intendente del gobierno de la dictadura. En ese momento en ámbitos partidarios se aludió a la vieja antinomia entre los peronistas ortodoxos y los de la tendencia revolucionaria.

Sin embargo, la familia Dauverné siempre estuvo cerca de la línea de los Félix; tanto es así que Armando Dauverné fue director de Salud de la municipalidad durante el primer gobierno de Omar Félix.

El enfrentamiento aparentemente se produjo durante las internas del 2007, cuando Dauverné se abrió como candidato de Jaque enfrentándose a Omar.

Fue ahí en que surgió la duda de si esa candidatura fue una maniobra de Félix para quedarse, como al fin sucedió, con todo el bloque del PJ a su favor ya que la concejala Silvia Ramos de Lorca (ahora diputada provincial) del bloque unipersonal que logró Dauverné volvió poco después de asumir, a las filas del PJ de Félix.

La mujer cargó también contra el imputado Juan Labarta, ex miembro del D2 y en varias oportunidades lo señaló con su índice. Igual trato recibió el teniente coronel Aníbal Guevara, que también fue señalado como el militar (teniente en el '76) que la detuvo cuando fue conducida por Labarta hasta la municipalidad para contestar "cinco preguntas.

Labarta me dijo: 'El teniente Guevara le informará sobre su situación', y ahí salió de una oficina y me dijo que estaba detenida". La defensa ensayó una estrategia a través del doctor San Emeterio para descalificar la afirmación, pero la mujer reiteró que se lo dijo Labarta y que además, llevaba el nombre en el costado izquierdo del pecho, en su uniforme.

Si bien la señora Dauverné negó haber tenido una militancia activa en el PJ, sí reconoció su actuación en lo social y ser profundamente peronista. En igual plano ubicó a toda su familia, que también fue detenida, y a los entonces jóvenes como Berón, Osorio, Tripiana y Sandoval, por cuyas desapariciones se ventila el juicio.

El testimonio fue extenso y por momentos se tornó profundamente emotivo, sobre todo cuando relató que fue detenida junto a su hijo de poco más de un año de edad y en avanzado estado de embarazo. Al finalizar, aseguró que esperó 34 años para contar su verdad y que los imputados no sólo le causaron daño a sus víctimas sino a todas sus familias.