Jornada miércoles 18/8

Nota de mediamza.com

Juicio: Otra vez fuertes testimonios involucrando a actores políticos y sociales con los militares


Esta mañana comenzó la jornada 21º del juicio por delitos de lesa humanidad en San Rafael con el testimonio de Eduardo Franzese (ex dirigente de la UOM local). Sin explicaciones lo detuvieron el 24 de marzo de 1976 y le dieron la libertad al otro día. En 1977 lo detuvieron de nuevo y luego de 10 días en la comisaría 8º, pasó 3 meses en la cárcel. “Ninguno de los imputados tuvo algo que ver en mi detención”, dijo.

Aseguró que en San Rafael no había bombas ni violencia e ignora si había vinculaciones entre policías/militares y sindicalistas como dijeron otros testigos en días pasados.

Roberto Rolando Flores declaró más tarde y sus dichos suman nombres a la causa de esta investigación.

Lo torturaron duramente y siempre repreguntaban si era subversivo comunista, cosa que el negaba ya que según dijo “sólo fui peronista y militante de la Juventud simpatizante de Montoneros”. Tiene un desvío en la columna producto de las golpizas. Nunca le permitieron que sus familiares le llevaran comida, pasaban hasta 2 o 3 días sin comer ni tomar agua. Conoció a los 4 desaparecidos de esta causa y al acercarse al estrado y mirar las fotos, no pudo contener el llanto. “Berón era mi hermano de la vida”, dijo.

En una ocasión lo torturaron con mucha violencia y en un momento se le corrió la venda de los ojos y logró divisar al imputado Juan Labarta, al recientemente fallecido Mussere y a López.

Este testigo también señaló al cura Franco Reverberi como capellán del Ejército que solía ir y entrar a los calabozos. Un día les dijo “tienen que cooperar con las Fuerzas Armadas”. Además ese sacerdote habría estado presente cuando torturaban personas y ese es el motivo por el que está citado para declarar ante el Tribunal el lunes próximo. “Yo creo mucho en Dios, pero ahora estoy peleado con la Iglesia Católica”, dijo Flores.

Un día los trasladaron a la actual bodega Garbín, donde les darían la libertad. Tenían miedo porque sabían que solía pasar que quien salía libre era secuestrado más tarde nuevamente y no volvía a aparecer. Estando detenidos se enteraron que habían desaparecido Sandoval, Osorio, Tripiana, Fagetti y Ríos entre otros compañeros.

En la bodega lo atendió el médico Cristóbal Ruiz (fallecido esta tarde), que firmó el acta de libertad y se fue con el Dr. Dauverné que había ido a buscar a su cuñado, Hugo Riera que también salía libre esa noche.

Destacó que en San Rafael el PJ estaba dividido en grupos más conservadores que otros. Flores dijo pertenecer a un grupo que era muy altruista que quería ayudar a las familias más carenciadas, pero que el intendente (por Félix) no estaba de acuerdo. “A ‘Chafi’ Félix lo llevó la Juventud Peronista a ser Intendente, igual que a Martínez Baca Gobernador y a Montoro legislador. Yo creo que la inteligencia de los militares la hicieron gracias a la dirigencia política desde el mismo PJ”, manifestó.

Flores había sido detenido mientras hacía el Servicio Militar en Mendoza, y señaló como su sargento de ese tiempo a Aldo Sarmiento, director de Defensa Civil del Municipio. Dio a entender que aunque era su superior allá, estaba mucho tiempo en San Rafael durante el tiempo que él estuvo detenido. “Son muchas casualidades que ahora trabaje con Félix”, dijo.

Ya en la tarde declaró Lidia Teresa Oliveri de De la Reta. Es integrante del grupo de educadores populares Aldabón e integró la APDH. No conoce a los imputados previo al juicio y tampoco a los desaparecidos. Sin embargo presentó información ante el Tribunal, con nombres de más desaparecidos, incluso algunos sanrafaelinos que fueron vistos por última vez en otras provincias.

Finalizó el día con el testimonio de Osvaldo Heredia, quien fue vecino de la familia Berón, pero que no aportó información porque no vio cuando lo detuvieron a José Guillermo. Tampoco estuvo detenido ni conocía a los imputados.

Después, Secretaría leyó el acta en la que consta que los detenidos que habían pedido prisión domiciliaria, Labarta, Ruiz Soppe y Guevara no cumplen con los requisitos determinados por la ley para ser beneficiarios de la misma. Guevara es menor de 70 años y no tiene enfermedades graves de ninguna clase. En cuanto a los otros dos, pasaron esa edad pero la ley dice que el juez “puede” otorgar prisión domiciliaria no que “debe”, por lo que queda a su criterio. Los delitos de Lesa Humanidad son de una gravedad tal, que la prisión domiciliaria se convierte en una circunstancia verdaderamente excepcional. Ni Soppe ni Labarta tienen riesgo de muerte a pesar de las enfermedades propias de la edad que padecen. Por ese motivo, los tres seguirán en la cárcel de encausados de San Rafael mientras dure el debate.

Mañana habrá un careo entre Loyola y el Dr. Dauverné, a raíz de contradicciones que existieron en los testimonios de ambos.