Jornada lunes 23/8

Compulsa penal contra el Padre Franco Revérberi

Para la 23ª jornada del juicio fueron citados a declarar dos clérigos. El primero en hacerlo fue el Padre José Antonio Álvarez, amigo personal de Franco Revérberi, por unas polémicas declaraciones que hizo recientemente al Diario El Sol de Mendoza.

En esas declaraciones, el sacerdote le había manifestado al periodista Daniel Calivares de ese matutino, que “hubo autodesaparecidos que después aparecieron, al momento de cobrar su indemnización”. Esos dichos fueron ratificados luego por Álvarez a Mediamza y agregó que “es una cosa que todo el mundo sabe, por ejemplo la Dra. Carmen María Argibay (Juez de la Corte Suprema)”.

En ambas entrevistas el cura defendió a Revérberi diciendo que no era Capellán durante los años que se investigan en este juicio y que ni siquiera había capellanía durante 1976. A Mediamza le dijo “él no era capellán militar, porque en esa época no había ningún capellán militar, eso es un hecho no una suposición. Él afirma no haber tenido ningún conocimiento de nada de eso y yo le creo porque es un hombre creíble. Para mi estos señores que dicen haberlo visto no son creíbles”. En cuanto al Obispo León Kruk, el sacerdote aseguró que los obispos hacían lo que podían y lo que estaba a su alcance para ayudar a la gente.

Fue citado por el Tribunal para explicar sus dichos. Álvarez no desmintió lo dicho a El Sol, aunque aseguró que el periodista sacó frases suyas de contexto, por lo que Calivares está citado a declarar mañana. En cuanto a sus palabras, volvió a decir que en el país hubo auto-desaparecidos, y volvió a nombrar a la Dra. Argibay, por lo que uno de los jueces, el Dr. Cortéz le explicó que no había sido así.

Sin embargo el cura dijo que “le dio pena que en el país hubiera desaparecidos, aunque no conoce el número real”, además dijo conocer lo que ocurrió con los padres Palotinos y Angelelli. “Es lamentable, me parece espantoso que se mate a un sacerdote y me parece oportuno que se establezcan las causas de su muerte”, manifestó.

Luego de Álvarez, declaró el ex capellán militar y actual párroco de Salto de las Rosas, Franco Revérberi, que había sido señalado como capellán por tres testigos como un hombre que solía ir a visitarlos y que incluso fue testigo de las torturas perpetradas a los detenidos. Incluso les habría dicho “tienen que colaborar con las Fuerzas Armadas”.

El ex capellán aseguró que comenzó a trabajar en el ejército recién en 1980, no habiendo entrado nunca en la Departamental. Dijo que en 1976 era párroco en Cañada Seca y en el distrito Las Malvinas. Monseñor Kruk le pidió en 1980 que celebrara misa para los soldados, luego les dio los sacramentos y finalmente terminó siendo capellán auxiliar del Escuadrón de Caballería de Montaña 8 hasta 1982.

“Nunca me enteré que en la Departamental hubo detenidos y si los hubo es imposible que me hayan visto”, aseguró y agregó que “nunca escuchó que un capellán fuera a lugares donde había detenidos”.

Dada la severidad de los dichos de los 3 testigos (Chaqui, Bracamonte y Riera) que aseguraron haberlo visto, la querella pidió que se lo investigue al sacerdote por crímenes de lesa humanidad ya que “hay pruebas suficientes para procesarlo”. Se pidió entonces, compulsa criminal contra Revérberi. Va a ser citado por el Juzgado Federal de Instrucción.