Domingo Mauricio hizo durísimas imputaciones al cura Revérberi

Luego del testimonio de Angélica Escobar de Sandoval, declaró el Dr. Domingo Mauricio, que cuando fue el golpe militar del 24 de marzo de 1976 estaba a cargo de la 2ª Fiscalía Correccional y que en noviembre de ese año asumiera como Juez de Instrucción.

Contó que la mañana del golpe cuando se dirigía a su trabajo, le dijeron que había habido un golpe militar y lo citaron más tarde a la Cámara del Crimen donde se encontró con el Mayor Suárez y el Delegado de la Corte Gardos, entre otros funcionarios. El militar dijo que se instalarían allí. “Suárez cometió actos indecorosos para un militar, como pasarse de copas”, dijo el ex magistrado.

Un empleado que trabajaba en esa fiscalía, Sergio Chaki, fue detenido y llevado a punta de pistola desde su oficina hasta los calabozos de ese mismo edificio. “Es cierto que se lo llevaron así, pero yo no lo vi.”, dijo el ex magistrado y agregó que quien lo detuvo fue el ex comisario Trentini.

Chaki en su declaración, fue uno de los que nombró al cura Franco Revérberi, ahora procesado por delitos de lesa humanidad. El Dr. Mauricio no vio al sacerdote, aunque sabe que fue Capellán de Caballería, e incluso contó que “fue echado de esa capellanía por abusar sexualmente de los soldados”.

En mayo del ’76 se presentó una mujer buscando a su hija, Rosa Luna, que había desaparecido. A pesar de sus denuncias en la comisaría 32º no había obtenido respuestas. Fue en ese momento que el Dr. Mauricio comenzó a notar la existencia de desaparecidos. “Todo el mundo sabía que había un centro de detención bajo Tribunales, incluso la Corte”, aseguró, aunque no sabía que también se hacían torturas allí.

Mauricio contó también que la época estuvo muy marcada por la inseguridad que se vivía tanto a nivel jurídico como económico. Incluso dijo “yo hacía dormir a mi hijo en mi casa con miedo de que nos pusieran una bomba. Que se produjeran hechos anormales era lo normal”. Sin embargo descartó el hecho de que en San Rafael haya habido terroristas.

El Tribunal hace varias jornadas que está tras los pasos de un abogado de apellido Cuervo, que ha sido nombrado por muchos testigos. Antes del cuarto intermedio, un hombre mayor del público se puso de pie y en voz alta le dijo al juez que quizás sabía quién era ese Dr. Cuervo. El Presidente del Tribunal lo llamó, le tomó juramento y lo dejó declarar. No dejó muy claro nada ya que el hombre empezó a hablar de otras cosas, aunque dejó algunas direcciones.

El magistrado también informó a las partes el sobreseimiento del ex médico de la Policía de Mendoza, Cristóbal Ruiz Pozo, porque con la muerte se extingue la acción penal, y por el principio presunción de inocencia.

Luego declaró el Dr. Humberto Roca que estuvo detenido desde el 1º de setiembre del ’76 hasta el 28 de diciembre de ese mismo año. Tenía 21 años cuando se lo llevaron junto a su novia de la casa de la joven. “Hicieron un operativo como si fueran a detener a Bin Laden”, dijo el abogado dada la magnitud del procedimiento. Quien parecía haber estado a cargo de el mismo, fue el nombrado Fernando Cuervo, que decidía que había que llevarse en el allanamiento. “A mi novia le llevaron un guardapolvo con la cara de Mafalda dibujada en él” contó.

La chica fue liberada al otro día, pero Roca permaneció detenido e incomunicado lo que le significó una tortura psicológica. Un día también lo torturaron físicamente: López y Fierro le pusieron una toalla en la cabeza y lo llevaron a Bomberos donde le dieron una fuerte paliza. Le preguntaban por su amistad con otro detenido llamado Germán Ríos, quien a su vez estaba detenido por ser amigo de algunos presuntos miembros del ERP.

Recordó que durante su cautiverio lo vio al actual desaparecido José Guillermo Berón, junto al artista Hugo Montenegro a quienes un día “liberaron” y que no volvieron a aparecer.

Luego de un tiempo el imputado fallecido Mussere a Mendoza donde estuvo otros 10 días y finalmente en un Hércules a La Plata donde fue liberado. En ese avión también los torturaban y les robaron pertenencias como relojes, joyas y algo de dinero.

Al final de su testimonio, el testigo se emocionó y le contó al Tribunal que si bien estaba allí sentado tenía un certificado médico que lo habilitaba para no ir a declarar, pero que aún así, decidió comparecer. Sin embargo no quiere ir nunca más al lugar donde sufrió tanto, por lo que les pidió a los jueces que lo liberen de hacer el reconocimiento en los calabozos Tribunales. El Dr. Burad estuvo de acuerdo junto con el resto de los magistrados, elogiando la actitud que tuvo Roca al declarar a pesar del certificado.

El testigo también aprovechó para felicitar a todos y cada uno de los abogados que están trabajando en este proceso porque están haciendo historia.

Finalmente declaró el Dr. Guillermo Romano, Director de Cultura de San Rafael, que ejercía su profesión de abogado en el estudio de Susana Sanz de Llorente, y con quien militaba en la Juventud Peronista.

Si bien conoció a algunos de los militantes cuyas desapariciones se investigan en este proceso legal, como Tripiana y Berón, no estaba en San Rafael cuando no se supo más de ellos. Romano tuvo que exiliarse en España y luego en Italia, y recién regresó al país con la vuelta de la democracia.

Su testimonio dejó en claro que en esta ciudad no hubo guerrilleros y que las únicas bombas las colocaron los mismos policías. Remarcó el espíritu solidario de sus “compañeros desaparecidos”.