Continúa el juicio

Hoy no salió nada sobre el juicio en los diarios locales, solo encontramos este artículo del portal online El Sol. Recuerden que continúa el juicio, hoy declaran Mariano Tripiana, Osvaldo Montenegro, Juan Pérez Sánchez y Carlos Isidro Villar; el ex soldado Mario Lemos y la mujer de un policía muerto, Susana Urquiza de López. También, como infroma El Sol, el tribunal dará a conocer si acepta el pedido de compulsa hecho por los abogados querellantes y por la fiscalía, en el que se solicitó que se investigara a un grupo de personas que fueron nombradas en los testimonios. Entre ellas, un abogado que se llamaría Fernando Cuervo, un suboficial de apellido Alonso y un policía con el nombre de Fierro, compañero de Labarta.

Testimonio señala un lugar donde habría restos de desaparecidos

Algunos dicen que fue porque se encontraba muy enfermo y preveía el final de su vida, otros, porque su mujer lo convenció. En el 2003, un ex policía se presentó espontáneamente ante la Justicia federal y declaró en dos oportunidades que había estado en un lugar donde sepultaron a una víctima de la dictadura militar y que, junto a él, estaban el mayor Luis Suárez, ya fallecido, y uno de los imputados en el juicio de San Rafael, Raúl Ruiz Soppe.

EL SEGUNDO. Carlos Blas Baez Koltez, ya fallecido, era un efectivo de la Unidad Regional II de la Policía de Mendoza, con sede en San Rafael.

No era cualquier uniformado. Durante la dictadura y antes de esta, fue el segundo de la Unidad Regional que comandó Ruiz Soppe en los primeros meses de la dictadura militar de 1976.

De hecho, Ruiz Soppe lo mencionó en varias oportunidades durante su testimonio, asegurando que, cuando Suárez le pidió dos uniformados para que trabajaran con las Fuerzas Armadas, el encargado de la selección fue Baez Koltez.

Lo que no mencionó Ruiz Soppe en su declaración fue algo que habría presenciado su subalterno que lo podría mandar a prisión.

Según figura en el expediente, Baez Koltez se presentó en el 2003 ante la Justicia federal de manera espontánea y dio dos declaraciones sobre el mismo hecho, siendo la segunda una ampliación de la primera.

En ella, Baez Koltez aseguró que, en una oportunidad, acompañó a Suárez y a Ruiz Soppe a un lugar llamado La Remonta, ubicado en Tunuyán, y tras recorrer cientos de metros llegaron a una casa de adobe en donde había un hombre estacado a una cama, prácticamente inmóvil.

Allí Suárez lo golpeó con un palo y, posteriormente, el hombre fue llevado a un pozo cercano a la casa, donde fue arrojado.

En ese momento, y tras la orden de Suárez, todos los presentes, incluido Ruiz Soppe, dispararon sus armas sobre la víctima, cuya identidad aún se desconoce, como tampoco se han encontrado sus restos.

Según Blas Koltez, el cuerpo, además, fue rociado con cal y ácido, lo que coincide con el testimonio de uno de los testigos del juicio, Isidro Calivar, quien recordó que Suárez le ordenó en una oportunidad que se quedara callado o lo tirarían en un pozo y le echarían, justamente, cal y ácido.

Pero la declaración de Baez Koltez no se queda allí, sino que también aseguró que era una metodología recurrente el darles una supuesta libertad a los prisioneros para luego desaparecerlos, ocultando sus cuerpos, como se hizo en el caso que él mismo narró hace siete años.

RELACIONES. Para la Justicia, la declaración de Baez Koltez no deja lugar a dudas. Por un lado, a nadie le extraña que haya estado con Ruiz Soppe y con Suárez, ya que, incluso, el mismo Ruiz Soppe en su testimonio durante el juicio que se está llevando adelante en San Rafael explicó que muchas de las diligencias las llevaba adelante su segundo, Baez Koltez, por lo que este era una persona de absoluta confianza.

Por otro lado, también hay una serie de coincidencias que le dieron más credibilidad a la historia.

Esto es, La Remonta pertenece a Campo Los Andes, un gran predio propiedad del Ejército.

En esa zona estaba, y continúa ahí, la base de la Compañía 8 de Ingenieros de Montaña, que era comandada por Suárez.

Pero, además, tras el testimonio de Baez Koltez, la Justicia comenzó una investigación que hoy tiene en su poder el fiscal de la Unidad Especial para delitos de Lesa Humanidad, Omar Palermo.

Según esta, el lugar mencionado por Baez Koltez ya fue encontrado, al menos lo que habría sido el contrapiso de la casa, sin embargo, aún no se ha podido ubicar dónde habría existido un pozo, debido a la extensión del terreno.

No obstante, las investigaciones continúan para tratar de descubrir señales de que se haya removido la tierra en las últimas décadas.

ESPERANZAS. La declaración de Baez Koltez es una señal de esperanza para los familiares de desaparecidos que han reclamado durante el juicio de San Rafael que los imputados digan dónde están los cuerpos de los desaparecidos para poder finalmente hacer el duelo.

Según explicó Pablo Salinas, uno de los abogados querellantes, “hay muchas esperanzas en que pueda llegar a ser verdad” y relacionó el testimonio de Baez Koltez con el caso de la estudiante puntana Graciela Fiochetti, quien, luego de ser asesinada por policías de San Luis, durante la dictadura militar, fue arrojada a las Salinas del Bebedero.