1 mes de juicio

Publicado hoy en Diario San Rafael

La mayoría de los testigos siguen involucrando a los imputados

El lunes 1 de julio se sentaron en el banquillo de los acusados: el coronel Aníbal Alberto Guevara, a quien varios testigos acusaron de haberlo visto en circunstancias de ser detenidos y otros de participar en los distintos allanamientos que perpetraban las fuerzas combinadas del Ejército y la Policía de la Unidad Regional II. José Martín Mussere, un ex comisario al que muchos que pasaron ante el Tribunal en calidad de testigos o por haber sufrido detención y tormentos calificaron de hombre violento y golpeador. Juan Roberto Labarta, ex integrante del temible D2 (Inteligencia policial) y quien tenía a su cargo infiltrarse en reuniones, asambleas y actos públicos de políticos, gremiales o de militancia social para obtener informaciones de quienes concurrían y qué se trataba. Raúl Ruiz Soppe, por ese entonces jefe de la Unidad Regional II de Policía, que era el responsable a través de sus subordinados de trasladar a los detenidos políticos de este organismo policial a los sótanos de la "Casa Departamental" (Tribunales). Raúl Egea Bernal, asesor letrado de la policía. Y el médico Cristóbal Ruiz Pozo, quien no asiste al juicio por encontrarse afectado de un cáncer de colon.

Otro que no está presente en este juicio que ha cobrado trascendencia nacional por ser el primero que se produce en la provincia, es el general Luciano Benjamín Menéndez, ex comandante del Tercer Cuerpo del Ejército con asiento en Córdoba y con jurisdicción en varias provincias, por lo que está considerado como el principal responsable de la represión. El "Cachorro", tal su apodo, ya ha sido juzgado en otros juicios con penas de cadena perpetua, como el ocurrido en la provincia de Tucumán.

El lunes 5 de ese mes la Fiscalía pidió la elevación a juicio de los imputados y el martes 6 el mismo fiscal solicitó la ampliación de la acusación y la defensa lo consideró fuera de lugar. Asimismo el abogado defensor de los imputados, Rufino Troyano, solicitó la suspensión del debate, hasta tanto no compareciera el principal imputado, Menéndez. El miércoles 7 se amplió la acusación por homicidios a 4 imputados (Ruiz Soppe, Mussere, Labarta y Guevara), sobre quienes recae la acusación por el delito de privación ilegítima de la libertad en concurso real, con el delito de imposición de torturas agravada y por el concurso premeditado de 20 más personas, asociación ilícita, falsedad material y falsedad ideológica.

Dentro de lo que ha sido en sí el desarrollo del juicio, sin lugar a dudas que los relatos que se han escuchado en el recinto ha estremecido no sólo al público, sino también al tribunal presidido por el doctor Roberto Burad, a fiscales, abogados de las víctimas y querellante, por el contenido emocional que tuvieron. Las vicisitudes narradas por personas que fueron detenidas y torturadas, entre ellas las de Luis Barahona, Soto, Armando Dauverné, Calívar, como la versión de que los cuerpos de los detenidos eran arrojados dentro de una yesera, el posible enterratorio de víctimas de la represión en El Usillal, las crueldades cometidas por el mayor Luis Faustino Suárez, tuvo sus momentos estremecedores.

El próximo lunes sigue este juicio y seguramente que a medida que pasen los testigos y otras personas relacionadas con la época trágica, saldrán a luz nuevos hechos de un tiempo que una sociedad pide por nunca más.